Tanto si eres deportista de elite, como amateur, cuando practicas deporte es normal que cometas errores, tales como fallar un tiro a puerta o un pase a un compañero en el fútbol; que la pelota bote fuera del área de juego en el tenis; o si juegas al pádel quizás hayas golpeado contra el cristal alguna vez. En definitiva, los errores forman parte de la práctica deportiva.
La cuestión es: cuando te equivocas ¿cómo te sientes? ¿no te influye el error y vuelves a concentrarte rápidamente? o por el contrario ¿te echas en cara no haberlo hecho mejor y te cuesta volver a meterte en el partido? Si tu caso es este último, te animo a seguir leyendo.
A continuación, te sugiero tres ideas sencillas para que aprendas a gestionar las emociones y recuperar la concentración tras cometer un error. Y recuerda que cometer errores es el camino que te llevará a seguir mejorando:
- No te juzgues por haber cometido un error. Los pensamientos del tipo «que mal lo he hecho», «no sé cómo me he podido equivocar», «que malo soy» no te van a ayudar a recuperar la concentración ni a mejorar. Además, si te das cuentas, estos pensamientos son atribuciones generales y subjetivas que haces a ti mismo. No son reales, ni te dan información valiosa sobre lo que ha fallado para que puedas mejorarlo y aprender de ello.
- Así que, en lugar de eso, céntrate en las características técnicas u objetivas que te han llevado a cometer el error: ¿ puede ser que lanzaras con demasiada fuerza? ¿que la posición de tu cuerpo no fuera la adecuada? o si estás jugando al tenis, ¿quizás has inclinado demasiado la raqueta? Fijarte en los hechos técnicos que te han llevado a fallar, te permitirá aprender de ello y conseguirás modelar tu actuación para mejorar la técnica.
- Una vez que ya has identificado los motivos técnicos que te han hecho fallar (siempre que los tiempos del juego te lo permitan, sino puedes dejar esta evaluación para el final), vuelve a centrarte en el juego, para ello tienes que prestar atención a hechos y percepciones objetivas, por ejemplo el sonido al golpear el balón, la distancia a la que están tus compañeros, el color de la equipación. Se trata de que te centres en lo que tus sentidos están percibiendo para disminuir el diálogo interno que se produce tras cometer el error y que te saca del partido o competición en la que estás participando.
Por último, recuerda ser persistente con esta práctica, es normal que al principio te vengan pensamientos y te cueste centrarte en las características técnicas de lo que percibes, pero si lo pones en práctica una y otra vez tras cometer un fallo, verás como consigues aprender de tus errores y además mejoras tu técnica y concentración.
«Algunos se equivocan por temor a equivocarse» Gotthold Ephraim Lessing.

Muy interesante
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