Como te podías imaginar, la respuesta es afirma: ¡Sí, la autoeficacia puede ser determinante en tu rendimiento deportivo! Si te apetece saber un poquito más sobre cómo te afecta, te invito a seguir leyendo.
Entendemos por autoeficacia la confianza en la propia capacidad para lograr los resultados pretendidos o realizar una conducta, en unas circunstancias y en un determinado nivel de dificultad.
Se trata de una creencia, es decir, de una interpretación subjetiva de nuestras propias competencias, y se va construyendo poco a poco, mediante:
- la interpretación que hacemos de nuestras ejecuciones anteriores.
- la observación de modelos que suponen un ejemplo.
- y también, se forma por el impacto de la influencia social a la que nos vemos expuestos.

Así como hemos dicho, la percepción que tengas de ti mismo va a influir en tu rendimiento deportivo. Según sea más elevada, más retadores serán los objetivos que te pongas, más firme será tu compromiso para alcanzarlos, mostrarás una mayor determinación para la acción, y en consecuencia, tu rendimiento puede verse afectado. Al final, todo ello conlleva a que cuanto más perseverante seas, más probabilidad hay de que alcances tus objetivos.
Y ¿cómo puede ayudarte la psicología deportiva a mejorar tu autoeficacia percibida?
Durante el trabajo psicológico lo primero es realizar un análisis completo de la situación e identificar tu nivel de autoficacia percibida, a partir de ahí, se empieza un proceso en el que se trabajan:
- Tus pensamientos y diálogo interno, para descubrir si hay creencias irracionales, adecuando tu diálogo interno para que te beneficie en la actuación deportiva.
- Tu autocontrol e inteligencia emocional para que tus reacciones emocionales y comportamiento sean lo más adaptativos posible a cada situación.
- Se trabaja en las atribuciones de éxito y fracaso que realizas.
- Y el desarrollo de tus habilidades y competencias. Con el establecimiento de objetivos retadores, realistas y alcanzables, irás incrementando las experiencias vividas que terminan satisfactoriamente. Así, desarrollarás nuevos recursos y comprobarás todos de los que dispones.
Éstas son solo algunas de las variables psicológicas que se trabajan y recuerda: «Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso.» Albert Bandura.