Como todos sabemos, los niños están en plena evolución. Los diferentes cambios que experimentan, tanto a nivel anatómico y físico, como psicológico y emocional, se suceden con mucha más rapidez que en una etapa adulta.
Estos cambios básicos y fundamentales que viven, pueden influir en su continuidad y rendimiento, que como consecuencia no están garantizados de una temporada a otra.
Por ello, para que su evolución y desarrollo sean satisfactorios y vayan en el sentido deseado, es muy importante que tengan el apoyo adecuado, especialmente en los siguientes aspectos:
- En el refuerzo y fortalecimiento de su motivación intrínseca para para que su implicación sea lo más sana posible.
- En la asunción de responsabilidad ante sus comportamientos y acciones.
- En el fomento del desarrollo y aprendizaje continuo.
- En la concepción del error como una oportunidad de aprendizaje.
- En el desarrollo de su autoestima y gestión emocional.
- Y en la transmisión de valores como el esfuerzo y la constancia.
En estos aspectos es fundamental el papel del equipo técnico y de los padres, ambos deben avanzar en la misma dirección para que los mensajes que transmitan vayan en el mismo sentido.
Además, si contamos con el apoyo, guía y trabajo de un psicólogo-coach, el proceso va a ser más fluido y los pequeños deportistas van a tener más recursos a su disposición para seguir aprendiendo y evolucionando lo más satisfactoriamente posible.
