La cohesión de grupo se relaciona con el rendimiento del equipo, de ahí la importancia. A continuación se proponen 7 medidas que puede y debe seguir el entrenador para mejorar la cohesión de su equipo:
- Explicar el papel que tiene cada jugador al comienzo de la temporada es importante, especialmente el de los suplentes, y por qué su rol es fundamental en el equipo, para evitar cualquier confusión al respecto.
- Presentar los objetivos del equipo en una reunión con todo el grupo. Tanto los objetivos generales de la temporada, como los objetivos para cada jugador de forma individual y por escrito (lo que se espera de ellos y lo que deben mejorar).
- Crear un clima de comunicación adecuado con los jugadores, dando la confianza necesaria para que puedan expresar sus inquietudes y problemas personales.
- Acercarse a aspectos personales de los jugadores que sirvan para que éstos aprecien que el entrenador está más implicado que lo estrictamente deportivo (por ejemplo, felicitar por el cumpleaños, preguntar qué tal ha ido un examen, etc.).
- Conocer el ambiente interno del equipo, pues permitirá decir lo adecuado en el momento justo para facilitar su dinámica.
- Establecer reuniones con el equipo en distintos momentos de la temporada para hacer partícipes a los jugadores de lo que está sucediendo y buscar soluciones. A veces, involucrar al equipo en la toma de decisiones puede ser positivo, ya que quita presión al entrenador y los jugadores se sienten parte del proceso.
- Minimizar la creación de grupos cerrados dentro del mismo equipo. Dentro del equipo es normal que se establezcan relaciones más especiales, pero éstas no deben influir negativamente en los otros componentes.
Parecen acciones sencillas, y ciertamente lo son, pero pueden marcar la diferencia entre tener un grupo cohesionado donde los miembros estén satisfechos, a no tenerlo. Como entrenador o entrenadora sé constante y no olvides que no solamente son acciones puntuales, sino que también es una cuestión de actitud, confianza y transparencia que debe estar presente a lo largo de toda la temporada.
Para terminar, es importante recordar que la ayuda de un psicólogo deportivo (un profesional especializado en la observación de estos comportamientos) en ocasiones se torna imprescindible, ya que se trata de un agente sin la involucración emocional del entrenador, y que puede ayudar al equipo en la solución de problemas, individuales y colectivos.
