Como madre o padre, entrenador o entrenadora, o como propio deportista ¿has pensado en las emociones que se producen en el deporte y cómo se relacionan con el rendimiento, la ilusión por continuar y la satisfacción general que se experimenta?
Está claro que el deporte (tanto el individual como el colectivo) es un espacio donde “germinan” muchas emociones. Algunas de estas emociones son originadas de forma interna (por los propios pensamientos), pero la mayoría surgen de las situaciones y resultados que se van dando, otras de las palabras de los entrenadores/as o las familias, otras surgen a raíz de las relaciones con los compañeros, con los rivales o con los jueces…
Por ello, en este artículo, hago un llamamiento a los diferentes agentes implicados en el deporte para que tomen conciencia de cómo pueden influir en las emociones que experimentan los deportistas con los que tienen relación.
¿Las emociones influyen en el rendimiento?
Como podéis suponer, la respuesta es afirmativa. Las emociones afectan a muchas variables relacionadas con el rendimiento. Por ejemplo, las emociones desagradables y relacionadas con la ansiedad, el estrés y la frustración, entre otras, pueden repercutir en la capacidad de concentración, en la atención, motivación y autoconfianza, principalmente.
A continuación, algunos ejemplos:
– La frustración puede aparecer en situaciones que el deportista siente que no puede controlar o cuando el resultado obtenido no es el esperado. Incluso, en ocasiones, una sensación de frustración mal gestionada puede desembocar en comportamientos agresivos. Aunque los comportamientos agresivos también pueden darse cuando por aprendizaje se ha interiorizado que la agresividad es otra opción de respuesta. Sin embargo, si se ha trabajado de manera adecuada con la frustración, podemos utilizar la energía que moviliza para la realización de acciones que favorezcan al deportista y a sus equipos.
Tenemos que poner conciencia en ello, y pensar que si establecemos metas demasiado ambiciosas o el deportista siente que no está preparado, podemos generar frustración.
– La indefensión suele aparecer cuando se confía en las capacidades, pero tras varios intentos parece que el resultado no acompaña. Si los deportistas no son conscientes de ello, de que cada situación es nueva, pueden arrastrar el sentimiento de indefensión y en situaciones siguientes cometer más errores.
Podemos ayudarles centrando la atención en lo que tienen que hacer, en lugar de focalizarnos en los errores.
– El estrés puede aparecer cuando hay presión por un resultado ambicioso y el deportista cree que no tiene (o realmente no tiene) la capacidad para conseguirlo; o cuando comete errores y son especialmente señalados; o cuando sus circunstancias personales no son favorables, por ejemplo, si tiene que alejarse de su familia y siente falta de apoyo.
En definitiva, las potenciales causas de estrés son muchas, ya que aparece cuando el deportista siente que no tiene la habilidad o recursos suficientes para alcanzar un objetivo.
Sin embargo, lo que realmente prima en el deporte son las emociones agradables o placenteras, o al menos eso es lo que se intenta o debería intentarse, aunque no siempre sea posible. Y sí, he dicho «debería», porque cuando experimentamos emociones agradables nuestro rendimiento y bienestar son mejores.
Se experimentarán emociones agradables cuando:
- el deportista se siente apoyado por el quipo técnico, por sus compañeros, y por su familia y amigos.
- el deportista disfruta de lo que hace.
- el deportista es consiente de su progreso.
- el deportista puede ser coherente con sus valores también en el deporte.
- el deportista encuentra un sitio donde se le reconoce y valora, también como persona.
- etc.
En fin, creo que es importante que desde los ámbitos deportivos se tome conciencia en cómo cada agente implicado puede influir en las emociones de los deportistas, y no solo eso, sino que se dediquen recursos, como formación psicoeducativa, que les permita desarrollar habilidades emocionales para gestionar todas las emociones que, antes o después, aparecen en el contexto deportivo.
