Las terapias de tercera generación se refieren a un enfoque psicoterapéutico concreto en cuanto a cómo afrontar los problemas y el malestar de las personas y, han sido desarrolladas supliendo las limitaciones de sus antecesoras: la terapia conductual y la terapia cognitivo-conductual.
El aspecto más relevante de esta nueva corriente es que la aproximación a la persona ocurre desde un enfoque global, yendo más allá de los síntomas. En estas terapias se consideran otros aspectos además del «problema», como las metas vitales de la persona, la autopercepción, sus sentimientos y emociones, etc.
Los problemas se comprenden teniendo en cuenta el contexto concreto en el que se producen (no se analizan los pensamientos y emociones de manera aislada), esto es, se considera a la persona en su globalidad, atendiendo principalmente a sus valores, sus relaciones familiares y sociales, y las circunstancias en las que se encuentra.
Las terapias de tercera generación tienen un enfoque más humanista y existencial siendo las más conocidas: la terapia de aceptación y compromiso, la terapia analítica funcional, la terapia dialéctica conductual, y la terapia cognitiva basada en mindfulness.
¿Cuáles son las características principales de las terapias de tercera generación?:
- Aceptación: se busca aprender a relacionarnos con el malestar de la mejor forma posible, aceptando aquello que no se pueda cambiar, y poniendo la energía en lo que sí sea susceptible de cambio. Se pone mucho foco en cultivar la parte sana de la persona.
- Lenguaje: se pone atención en el lenguaje que se utiliza y se trabaja con el diálogo interno, para que sea sanador, en lugar de dañino. El objetivo es que cada persona pueda convertirse en su mejor apoyo.
- No se lucha contra los síntomas o problemas, se valoran todos los aspectos de la persona para entender los motivos que hay detrás de ese malestar, sin intentar controlarlo. Por ejemplo, no se lucharía contra la ansiedad para controlarla, sino que se intentaría comprender por qué está ahí para gestionar su origen, ya que sería un aviso de que hay algo que no va bien. Es decir, la ansiedad no sería la causa del malestar, sino una indicación de que hay algo en la vida de la persona que atender.
- Globalidad: es uno de los aspectos más importantes, ya que como decíamos, no se atiende solo a los síntomas, sino a todo el contexto: personal, relacional y social. Se busca originar cambios significativos, reales y permanentes, y no solo el tratamiento de los síntomas.
- Relación terapéutica: se otorga un papel fundamental a la relación que se establece entre la persona y el/ la profesional, ya que se entiende que la propia interacción y comunicación sería uno de los instrumentos clave para el cambio y la sanación.

Las terapias de tercera generación constituyen uno de los enfoques más importantes en mis sesiones. Si tienes alguna duda al respecto, o comentario estaré encantada de intentar solventarlo :).