En algunas situaciones la mejor elección que podemos hacer es la aceptación activa (activa, porque tomo la decisión de manera consciente). Antes de pasar a describir cuáles son esas situaciones, creo que es importante conocer la diferencia entre aceptar y resignarse, ya que a menudo llevan a confusión, a pesar de implicar un trasfondo muy distinto, tanto a nivel de experiencia, como de aprendizaje personal.
Aceptar y resignarse hacen referencia a dejar de intentar algo, a parar de luchar contra una situación o circunstancia, que normalmente se nos presenta difícil o dolorosa. Cuando hablamos de resignarnos, nos referimos a una actitud pasiva, de conformidad que no incluye un plan, ni presente ni futuro de actuar, fomentando una sensación de indefensión. Además, cuando nos resignamos nos centramos en lo negativo y nos estancamos, sin buscar nuevas perspectivas y acciones que estén bajo nuestro control. Sin embargo, como veremos a continuación, la aceptación sí que nos va a ayudar a avanzar.
¿En qué nos puede ayudar la aceptación?
- Ahorrarnos sufrimiento y frustración: cuando luchamos contra algo que se escapa de nuestro control, no solo sentimos el dolor de la situación en sí, sino que añadimos el sufrimiento y la frustración de una lucha que no nos está sirviendo, algo que no ocurre cuando tenemos la capacidad de aceptar aquello que no podemos cambiar.
- Libera energía: esa energía que no hemos empleado en aspectos que se escapan de nuestro control, aparece disponible para que la utilicemos en aquello que sí podemos cambiar.
- Favorece el aprendizaje y la resiliencia: cuando aceptamos aquello que no podemos cambiar, nuestra mente puede enfocarse en aspectos que sí dependen de nosotros, facilitando que descubramos nuevas perspectivas que nos pueden ser de utilidad para mejorar la situación presente y futura.
- Gestionar las emociones: una parte fundamental del procesamiento emocional es la aceptación (lo desarrollaré más en posteriores artículos), ya que es imprescindible que aceptemos cómo nos sentimos para a partir de ahí, poder gestionarlo.
¿Situaciones en las que la mejor elección puede ser la aceptación activa?
- Cuando estamos obsesionados con el pasado.
- Si tratamos de cambiar a otra persona.
- Las emociones.
- Cuando queremos controlar el futuro.
- En definitiva, cuando queremos controlar cualquier cosa que se escape a nuestro control.
Iremos viendo de dónde viene la importancia de aceptar las situaciones o aspectos que acabamos de enumerar.

Me ha quedado muy clara la diferencia entre resignación y aceptación 👌
Me gustaMe gusta