A continuación vas a encontrar 10 recomendaciones que te pueden ayudar a cuidar tu salud emocional de manera proactiva, ¿te apetece descubrir cuáles son?:
- Hazte amiga de tus emociones. Escúchalas. Intentar evitar las emociones, no hará otra cosa que aumentar la intensidad de las mismas. Para gestionar nuestras emociones tenemos que tener el valor de acercarnos a ellas, comprenderlas y validarlas.
- Encuentra formas de expresar lo que sientes. Una vez que hemos identificado cómo nos sentimos, podemos ayudar a que la emoción fluya. Hay personas a las que les ayuda contar a alguien cómo se sienten, a otras les sirve escribir, otras lo consiguen a través del movimiento, bailando, otras dibujando… En tu caso, ¿De qué manera expresas o desahogas tus emociones? Si no lo has descubierto todavía, siempre estás a tiempo.
- Deja fluir tus pensamientos, no luches contra ellos. Lo que pensamos tiene un papel importante en nuestro bienestar emocional. Ten en cuenta que a menudo nuestros pensamientos dependen de nuestro estado de ánimo, por ello, muchas veces no son objetivos o realistas. Sin embargo, si luchamos contra ellos, les estamos prestando mayor atención. En su lugar, lo que podemos hacer es ser conscientes de que nuestros pensamientos simplemente son ideas creadas por nuestra mente, y no tomárnoslos muy en serio, «ponerlos en cuarentena». Si no ejerces control sobre ellos, les permitirás transitar por tu mente, igual que hacen las nubes en el cielo.
- Atiende tu cuerpo. Solemos hablar de mente y cuerpo, pero en la realidad somos una unidad. Por ello, cuando cuidamos nuestro cuerpo, también cuidamos nuestra mente. Podemos hacerlo con una alimentación saludable, actividad física, yoga…
- Planifica una rutina diaria. Establecer una rutina saludable cada mañana y antes de acostarnos, nos ahorra gastar energía en la toma de decisiones de cuestiones básicas, y además, nos facilita tener hábito en aquello que nos hace bien.
- Dirige tu atención al presente. Gran parte del malestar que experimentamos viene porque nuestra mente está en el pasado o en el futuro. La práctica de meditación o mindfulness nos ayuda a anclarnos en el presente y a mejorar nuestro bienestar emocional. Si no sabes por dónde empezar hay mucha bibliografía en internet y apps para el móvil que te pueden ayudar a comenzar de manera sencilla.
- Planifica actividades agradables. Normalmente tenemos muy planificado el trabajo y las responsabilidades. ¿Qué pasaría si también planificamos los descansos y actividades placenteras para que no se queden sin hacer?
- Identifica tus necesidades y responsabilízate de ellas. Cuando se comienza un proceso de terapia, uno de los objetivos principales es aprender a identificar lo que necesitamos para estar bien y a hacernos cargo de ello. Cuando tomamos un rol activo en nuestro autocuidado, nos damos cuenta que hay mucho que podemos por nosotras.
- Quita de la mochila lo que no te esté haciendo bien. Deja de intentar ejercer control sobre los aspectos que no dependen de ti o que no te aportan. Al quitar ese peso, te quedará más energía para las cosas que sí suman.
- Permítete pedir ayuda. Está bien necesitar la red que nos proporcionan los demás para afrontar algunos aspectos o momentos de nuestra vida. Pide ayuda a familiares, amigos y/o profesionales. Está bien que nos necesitemos y dejemos ayudar.
