¿En qué consiste la terapia EMDR?

Publicado el 14 de noviembre de 2024, 15:44

EMDR (terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares) es un procedimiento psicoterapéutico que se utiliza principalmente para abordar los traumas del pasado y otras experiencias vitales angustiosas, asociadas a síntomas como el estrés postraumático (TEPT), la ansiedad y la depresión, entre otras. En definitiva, nos ayuda a reprocesar situaciones que por la dureza de lo experimentado no se han podido integrar y nos ha dejado una activación emocional elevada.

¿Cuál es su origen?

 

En 1987, Francine Shapiro, psicóloga norteamericana, de manera fortuita mientras daba un paseo descubrió que los movimientos oculares voluntarios reducían la intensidad de la angustia de sus pensamientos negativos, y dejaban de ser rumiativos. A partir de ahí, siguió probando con amigos y familiares, hasta que realizó el primer estudio controlado con víctimas de violación, víctimas de abusos sexuales y veteranos de Vietnam. Los resultaron concluyeron que con el uso de EMDR se reducía de manera significativa los síntomas del trastorno por estrés postraumático en estos sujetos.

 

¿Cómo funciona el EMDR?

 

El EMDR funciona mediante la estimulación bilateral (interhemisférica), que se realiza mediante los movimientos oculares, la estimulación bilateral auditiva y/o la táctil (mediante toques). De manera que nos ayuda a integrar la experiencia, al igual que ocurre en la fase REM del sueño (fase en la que soñamos, aunque no nos acordemos). Es decir, que la terapia EMDR aprovecha los recursos naturales que tiene la mente para sanarla.

 

Cuando hay trauma, los sucesos perturbadores se pueden almacenar en el cerebro en una red de memoria aislada, lo que impide que se produzca aprendizaje nuevo, y además, el material antiguo se sigue activando una y otra vez. En otra parte del cerebro, se encuentra el resto de información que sería necesaria para resolverlo, pero que por la disociación, se le impide que se vincule con ese recuerdo.

 

Cuando comenzamos a procesar con EMDR conseguimos aliviar la sobrecarga del sistema nervioso, haciendo que el cerebro pueda integrar de manera adecuada el recuerdo, y enviarlo a la memoria a largo plazo. A su vez, permite que las experiencias que vamos teniendo no sigan alimentando esos recuerdos negativos y nos generen un ciclo de estrés y ansiedad. Es decir, que esas experiencias pasan a recordarse de una manera adaptativa, con una emoción ajustada y unas creencias sobre una misma positivas.

 

Por ejemplo, ante la vivencia de un tsunami tener estrés postraumático significaría quedarnos anclados en esa experiencia, lo que supondría desarrollar los síntomas asociados: pesadillas, recuerdos recurrentes y angustiosos, sufrimiento emocional grave emociones intensas, hasta revivir la experiencia con situaciones presentes que ya no son peligrosas, pero que nos recuerdan a lo ocurrido. En este ejemplo, podría ser que en días de viento y lluvia fuerte, volver a experimentar las mismas emociones y sensaciones que cuando vivió el tsunami, ahora desproporcionadas a la intensidad de la situación.

 

En resumen, con la terapia EMDR se puede acceder y desbloquear esos recuerdos, de manera que puedan quedar integrados en nuestra memoria, dejando de producir todos los síntomas.

 

¿Por qué funciona?

 

La terapia EMDR no es solo una herramienta, sino que supone todo un proceso psicoterapéutico que se basa en 8 fases, aunque si nos referimos a la estimulación bilateral en sí, se ha comprobado que funciona porque:

 

a) Produce la resincronización de la actividad de los 2 hemisferios cerebrales. Aumenta claramente la actividad del cíngulo, el cual realiza un papel fundamental en la conexión entre el sistema límbico y el neocortex, es decir, conecta la parte más emocional y la del razonamiento.

b) Aumenta la actividad talámica. El tálamo, conocido como el "cocinero del cerebro" es el que se encarga de integrar la información: recibe la información del exterior, la envía al sistema límbico y al neocortex, y recupera la información para emitir una respuesta adaptativa.

 

c) Produce una respuesta de relajación al activarse el sistema parasimpático, inhibiendo la respuesta de lucha-huída y favoreciendo una respuesta exploratoria más adaptativa.

 

¿Está avalado científicamente?

 

La eficacia del EMDR está avalada científicamente para el tratamiento del trauma, con estudios controlados comparando con tratamientos farmacológicos y otras formas de psicoterapias.

 

En 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó formalmente la recomendación para emplear el protocolo EMDR en adultos y niños con Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT).

 

¿Cuáles son sus aplicaciones?

 

El principal uso del EMDR es el trabajo con personas que tienen experiencias traumáticas de la infancia o adolescencia, pero también se utiliza para el tratamiento de los trastornos de ansiedad, el trastorno obsesivo-compulsivo, trastornos del estado de ánimo, adicciones, enfermedades relacionadas con el dolor y otras enfermedades somáticas.

 

 

Shapiro, F., (2018) Terapia de desensibilización y reprocesamiento mediante movimientos oculares (EMDR): principios básicos, protocolo y procedimientos. EMDR biblioteca.

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