La dependencia en las relaciones de pareja tóxicas o con maltrato

Publicado el 29 de enero de 2025, 10:49

Las relaciones de pareja son complejas y no siempre es fácil entender por qué una persona permanece en una relación abusiva, incluso cuando sabe que está siendo dañada. A menudo, las dinámicas de abuso pueden generar una dependencia emocional que hacen que la otra persona se sienta incapaz de salir de la relación.

Si dudas de si puede ser tu situación o tienes a alguna amiga o familiar que creas que puede estar viviendo una relación de dependencia y abuso, a continuación te explico algunas de las razones principales por las que ciertas relaciones crean dependencia, especialmente en situaciones de toxicidad, desigualdad o maltrato, ya sea emocional o físico:

1. El Refuerzo Intermitente

El refuerzo intermitente juega un papel crucial en la creación de la dependencia emocional en relaciones  en las que hay desigualdad, comportamientos tóxicos o maltrato. Este patrón consiste en alternar entre momentos de abuso (insultos, desprecios, desvalorización, desaprobación y faltas de respeto) y momentos de afecto (muestras de cariño, promesas de cambio, incluso a veces hay muestras de arrepentimiento, aunque no ocurre siempre). Los momentos "positivos" (ya sean pequeños gestos de amabilidad o disculpas) actúan como recompensas esporádicas que refuerzan la esperanza de que creas tu pareja puede cambiar. Este tipo de refuerzo puede generar una especie de adicción emocional, en la te sientas atraída por los momentos de ternura y bienestar, a pesar del abuso emocional que, por otra parte, experimentas en la relación.

En definitiva, el refuerzo intermitente, opera igual que  las "máquinas tragaperras", que como ya sabemos, generan una fuerte adicción: cuando hay "premio" se genera dopamina, y en los momentos en los que no, la persona aumenta los comportamientos dirigidos a la búsqueda de la misma. 

Algunas de las secuelas del refuerzo intermitente en las relaciones de pareja, son:

- Afectación de la autoestima.

- Incertidumbre constante y desesperación.

- Distorsión sobre le concepto del amor, arraigado al dolor y la necesidad de validación constante.

- Dependencia emocional.

- Creación de un vínculo traumático: dificultad extrema o incapacidad de salir de la relación.

- A largo plazo, puede producir ansiedad, depresión e incluso trastorno de estrés postraumático. 

2. El Ciclo de Control y Aislamiento

En muchas relaciones abusivas, la persona que ejerce el abuso o maltrato utiliza tácticas de control psicológico para aislar a la pareja de su red de apoyo (familia, amigos, etc.). Esto hace que la dependencia emocional hacía el agresor aumente, ya que no tiene a otras personas de confianza a las que recurrir. El abuso también puede ser emocionalmente desgastante, y conseguir que comiences a dudar de tu propio juicio y baje tu autoestima. Sin una red de apoyo, puedes sentir que no tienes a dónde ir o que nadie más te entendería o querría. 

Si estás en esta situación, es importante que pidas ayuda, y si no todavía mantienes tu círculo de apoyo, es fundamental que lo mantengas. 

3. La Baja Autoestima y la Creencia de que no te Mereces nada Mejor

Como decía, el abuso repetido puede erosionar tu autoestima, llevándote a creer que no mereces una relación sana o que no eres capaz de encontrar a alguien mejor. El agresor puede manipularte para que creas que nadie más te querría igual o que estás "destinada" a sufrir... Con el riesgo de que comiences a internalizar estos mensajes y, que cada vez más, te sientas atrapada en una relación que, aunque tóxica, parece la única opción viable.

4. El Gaslighting o Manipulación Psicológica

El "gaslighting" es una forma de manipulación psicológica en la que el agresor hace que la víctima cuestione su propia percepción de la realidad. El abusador puede negar su mal comportamiento, culparte o hacerte sentir que estás exagerando. Este tipo de manipulación crea confusión y auto-duda, lo que dificulta que puedas ver claramente la situación o sientas confusión. Es normal que empieces a dudar de tu propia capacidad para tomar decisiones y que te sientas más dependiente del abusador para entender lo que está pasando.

5. La Esperanza de que el Abusador Cambie

Las víctimas de maltrato a menudo se aferran a la esperanza de que el abusador cambiará. Esto puede ser impulsado por los momentos de arrepentimiento del agresor, las promesas de mejora o el afecto temporal. Puedes llegar a sentir que si "aguantas" lo suficiente, tu pareja finalmente se volverá la persona amorosa que alguna vez fue. Este ciclo de esperanza y desesperación genera una especie de dependencia emocional, ya que te enganchas a la idea de que puede "volver a ser bueno", lo que te mantiene atrapada en la relación.

6. La Normalización del Abuso

En muchas relaciones abusivas, el agresor puede hacer que la víctima crea que el abuso es "normal" o "justificado". A través de manipulaciones, puede minimizar su comportamiento abusivo, decir que es "por tu propio bien" o afirmar que es una reacción natural a algo que tu hiciste mal. Esta distorsión de la realidad te puede llevar a pensar que el abuso es una parte inherente de cualquier relación, lo que refuerza la dependencia. Incluso, puede conseguir que llegues a pensar que de alguna manera "mereces" esos comportamientos de su parte, debido a la manipulación psicológica.

7. La Afectividad Confusa y el Vínculo Traumático

En relaciones de maltrato, la víctima a menudo se encuentra emocionalmente "enganchada" al agresor debido al vínculo traumático que se desarrolla. Este vínculo se crea porque las emociones intensas y las experiencias extremas (como el abuso y los momentos de afecto) afectan profundamente al cerebro. Estos cambios hormonales y emocionales pueden hacer que te sientas emocionalmente atada, incluso cuando la relación es destructiva. El cerebro "asocia" el abuso con el amor, creando un vínculo que puede ser muy difícil de romper, que como explicaba anteriormente, se basa en el refuerzo intermitente. 

8. La Dependencia Financiera o Logística

En muchos casos, el abusador intenta que haya desigualdad económica o logística para favorecer la dependencia hacía él, de manera que la otra persona puede sentirse atrapada en la relación porque no tiene los recursos para salir de ella. Si el agresor controla las finanzas, el lugar donde vives o las decisiones diarias, puedes sentir que no tienes ninguna otra opción para sobrevivir, incluso si sabes que la relación es dañina. La falta de independencia financiera o práctica puede hacer que te quedes en la relación por miedo a la inseguridad o la falta de alternativas.

Es fundamental, que si todavía preservas tu trabajo e independencia económica, puedas mantenerla, a pesar de que tu pareja intente quitártela. 

9. La Trampa de la Responsabilidad Emocional

En algunas relaciones de maltrato, el agresor hace que la víctima sienta que es su "responsabilidad" hacer que la relación funcione. Este sentimiento de responsabilidad emocional puede ser cultivado por el agresor, quien constantemente dice cosas como "si me amaras de verdad, harías esto por mí", o "yo soy así por tu culpa". Este tipo de manipulación puede hacer que te sientas obligada a permanecer en la relación, culpándote por el comportamiento de tu pareja y pensando que si lo "intenta más", la situación mejorará.

Conclusión

Las relaciones de maltrato son complejas y pueden generar una dependencia emocional profunda debido a una combinación de factores psicológicos, emocionales y prácticos. El refuerzo intermitente, el aislamiento, la manipulación emocional y la esperanza de cambio son solo algunas de las razones por las cuales te puedes sentir atrapada en estas relaciones, incluso cuando experimentas dolor y sufrimiento. Romper este ciclo requiere apoyo, comprensión y, en muchos casos, ayuda profesional para recuperar la autoestima, la independencia y la capacidad de tomar decisiones saludables. Si te encuentras en una relación abusiva, es importante recordar que mereces respeto y amor genuino, y que hay recursos disponibles para ayudarte a salir de esta situación.

 

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