Las emociones, nuestras compañeras de vida. Parte 1: tolerar la emoción

Las emociones forman parte de nuestro día a día, nos acompañan desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, incluso están en nuestros sueños. Por ello, nos interesa «hacer las paces» y aprender a convivir con ellas.

En este artículo te explico la primera parte para aprender a gestionar las emociones: tolerarlas. En el siguiente, te explicaré cómo comprenderlas y regularlas.

Primeros pasos en la gestión emocional

Lo más importante para gestionar las emociones es que te permitas sentirlas. Sentir las emociones implica tolerarlas, incluso las que no te gustan. Esto no es algo sencillo, ya que normalmente nos enseñan a evitarlas. Como sociedad hemos desarrollado muchas estrategias para no conectar con el malestar que sentimos, por ejemplo: el alcohol, el tabaco, las redes sociales… Incluye cualquier comportamiento que se use como distracción para no conectar con cómo nos sentimos.

¿Te gustaría aprender a gestionarlas? Si es así, te sugiero:

  1. Adopta una actitud de apertura hacia las emociones, incluso hacia las emociones que te generan malestar, como la tristeza o el enfado. Para poder gestionarlas, primero tienes que sentirlas. Recuerda que aunque pueden llegar a ser muy desagradables, son solo emociones, tu eres mucho más.
  2. Párate un momento a identificar dónde sientes la emoción. Por ejemplo, cuando te enfadas ¿en qué lugar de tu cuerpo notas el enfado con más intensidad? ¿Quizás en el pecho y en la cabeza? Es muy importante que no pienses solamente en cómo te sientes, sino que además te des unos segundos para sentirlas en tu cuerpo.
  3. Permítete experimentarlas y obsérvalas. Las emociones van y vienen, eso que sientes no estará contigo para siempre. Te animo a que intentes observar cómo cambian de intensidad.

Como ves, en esta primera parte de la gestión emocional es muy importante que dirijas la atención a las sensaciones corporales que experimentas. Si eres una persona muy mental es posible que al principio te cueste conectar con las sensaciones, es normal. La práctica de meditación, yoga o pilates puede ayudarte a conectar contigo misma y a tolerar esas sensaciones. También puedes realizar varias paradas al día, poner la atención en tu cuerpo y preguntarte si sientes algo.

Las emociones están ahí para ayudarte, en el siguiente artículo te explicaré por qué.

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