¿Qué es el trauma?

El trauma psicológico, al igual que el físico, es una herida.

Como sabemos, los traumatismos son lesiones o heridas físicas que sufrimos en órganos y tejidos. El trauma también es una herida, en este caso producida por un acontecimiento de alto impacto emocional. Podemos distinguir dos tipos de trauma: el trauma simple y el trauma complejo.

El trauma simple es aquel que se produce por un acontecimiento puntual que origina en nosotras una alta intensidad emocional. Por ejemplo, un accidente de tráfico, una violación, una catástrofe natural, etc. Ahora, veamos en detalle el trauma complejo.

EL TRAUMA COMPLEJO

El trauma complejo es aquel que se origina durante la infancia y/o adolescencia por una situación, a veces no tan intensa como ocurre en el trauma simple, pero sí mantenida en el tiempo. Las figuras principales de apego no reaccionan adecuadamente a las necesidades: bien por un cuidado negligente, carencias de apego y/o por falta de sintonía emocional.

Lo que ocurre es que como resultado de esa falta de sintonía emocional de los cuidadores principales, se crea la sensación de que no hay un lugar seguro al que acudir.

Por ejemplo, en un caso de acoso escolar, si cuando se acude a las figuras principales de apego, éstas le quitan importancia, se enfadan, castigan, no escuchan, o dicen cosas del tipo: «no es para tanto», «algo habrás hecho tú para que se comporten así», «defiéndete no seas cobarde», «tienes que integrarte», etc. Al final, esa niña se siente invalidada y sin apoyo.

Además, cuando somos pequeñas lo que queremos es que estén orgullosos de nosotras y no que piensen que somos cobardes, así que si no se crea un espacio seguro para hablar, lo más probable es que en situaciones similares, esa niña acabe por no hablar de lo que le ocurre, ignore sus emociones y comience a extraer sus propias conclusiones de lo que está viviendo. Seguramente acabe teniendo creencias desadaptativas y pensamientos negativos como «me merezco que se metan conmigo», «no puedo tener amigos», «no soy tan válida como los demás», etc. Además, como ya no comparte lo que le ocurre, nadie le enseñará a regular las emociones.

De esta manera, esa niña se queda sin desarrollar una narrativa coherente y adaptativa que le ayude a entender esa experiencia de acoso, a regular lo que siente y a saber que no es su culpa. Y, en un futuro, cuando tenga relaciones con otras personas se le vuelvan a activar creencias negativas sobre sí misma y emociones muy intensas, pueda experimentar ansiedad y tienda a evitar las relaciones sociales.

¿Consecuencias que puede tener el trauma complejo?

Cuando se tienen heridas de trauma producidas en la infancia, seguramente se experimente:

  • Problemas emocionales: desregulación emocional, dificultad para identificar emociones, desconexión emocional, impulsividad, llanto constante, etc.
  • Sentimientos de culpa, vergüenza y/o confusión.
  • Estado de alerta: hiperactivación, ansiedad, inquietud, insomnio.
  • Dificultades en las relaciones interpersonales: desconfianza o dependencia hacia los demás, evitación de las relaciones.
  • Somatizaciones: dolores de cabeza, problemas en la piel, dolores físicos, problemas digestivos, tartamudez.
  • Baja autoestima («no soy válida»), baja tolerancia a la frustración…
  • Creencias negativas, como: «no puedo confiar en las personas», «Nadie me entiende», «No merezco atención», «No me quieren», «Hay algo mal en mí», «Soy un estorbo», » El mundo es peligroso», etc.

Como ves, el trauma son heridas profundas originadas en la infancia que pueden seguir influyendo en el presente si no se atienden.

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