En los equipos de fútbol base u otros deportes formados por pequeños y pequeñas atletas, es fundamental que la dirección del club o centro deportivo, el equipo técnico y los padres/madres o familiares, estén totalmente implicados y caminen en la misma dirección. Cuando te enfocas en conseguir los máximos beneficios de la práctica deportiva, el esfuerzo nunca es en balde. Muy resumido, esto se traduciría en:
- Dedicar el tiempo y recursos necesarios en el desarrollo de los niños/as.
- Tener muy bien definida la visión, misión y valores del club.
- Que todos los agentes estén integrados bajo las mismas prioridades.
- Saber reconocer las mejoras y hacer las correcciones pertinentes orientándolas al objetivo.
Para ello, la herramienta clave es una comunicación fluida y continua entre los padres y el club, cada uno conociendo su rol y respetando el papel del otro.
En definitiva, tiene que haber disposición para realizar un trabajo a largo plazo, en el que todos los agentes remen en una misma dirección, bajo los mismos valores, creando un clima de confianza y seguridad en el que los pequeños puedan crecer como deportistas y , sobre todo, como personas.
