Cuando sentimos que nos miran, que nos están observando o que están emitiendo un juicio de valor, en definitiva, cuando nos sentimos evaluados ante las miradas de los demás, pueden ocurrir dos cosas:
- Que nos produzca una activación que aumente nuestra motivación y favorezca el rendimiento.
- O que experimentemos ansiedad y presión, y desencadene en una disminución de nuestro rendimiento.

Tanto en el deporte profesional, como a nivel educativo, niños y adultos, cuando queremos alcanzar unos resultados determinados, medimos si hemos tenido éxito, es decir, nos fijamos en nuestro rendimiento. Como ya sabemos, el rendimiento deportivo puede verse influido por diferentes variables psicológicas, tales como la motivación, la atención, el estrés, la ansiedad, la autoconfianza, los estados de ánimo, la autoestima, o el miedo a la evaluación social.
Si nos centramos en aquellos momentos en los que estamos siendo evaluados, a pesar de que ponemos todo nuestro esfuerzo en superarnos a nosotros mismos o al rival , ya que especialmente nos importa hacerlo bien, para nuestra sorpresa, nuestro rendimiento puede disminuir.
Esa disminución del rendimiento normalmente se da en situaciones en las que la presión psicológica es elevada, y se relaciona con:
- un aumento de la ansiedad, tanto a nivel somático como cognitivo.
- y con el miedo a la evaluación negativa.
Siendo así, ¿qué puede hacernos de escudo, frente a ese miedo a recibir una evaluación negativa, que aumenta nuestra ansiedad? una autoestima alta.
La autoestima se asocia positivamente con el bienestar mental por su relación con características psicológicas positivas (resiliencia, etc.) y emocionales (miedos, ansiedad, depresión, etc.), así como también con la evaluación de las situaciones estresantes.
En varios estudios se ha encontrado que las personas con niveles bajos
en autoestima tendían a percibir la competición deportiva de una forma más amenazante, mientras que las personas con niveles altos en autoestima percibían la competición como una actividad más exigente, lo que facilitaría la mejora del rendimiento deportivo.
Por lo tanto, recuerda que el miedo a la evaluación negativa y la sensibilidad a la ansiedad pueden influir de forma significativa en tu rendimiento deportivo y que el trabajo enfocado a tener una autoestima alta, puede ser una de las palancas para segur rindiendo a tu máximo nivel, incluso en situaciones de alta presión.
José Molina, J., Chorot, P. Valiente R. M., Sandín B. (2014). Miedo a la evaluación negativa, autoestima y presión psicológica. Cuadernos de Psicología del Deporte, vol. 14, 3, 57-66.